jueves, 5 de septiembre de 2013

Brújulas que buscan desgracias de cabras amaestradas.

Este título, absurdo, que encabeza esta entrada, está escrito con la intención de presentar tres de los libros que he leído este verano. Dos de ellos escritos por autores que ya conocía como es el caso de José Luis Cuerda y su divertido (y creo que único) libro Si amaestras una cabra, llevas mucho ganado,  director de grandes películas como Amanece que no es poco (2013), La lengua de las mariposas (1999), La educación de las hadas (2006) y Los girasoles ciegos (2008), entre otras, todas recomendables.

El otro libro del que también tenía referencias de su autor es Brújulas que buscan sonrisas perdidas (2013) del afamado escritor, guionista, director y actor Albert Espinosa, del que sí había leído sus otros dos libros de ficción, además de ver películas en las que participara como guionista Planta cuarta (2003, Antonio Mercero) o como actor Fuerte Apache (2007,Mateu Adrover).

Pero mi descubrimiento este verano ha sido J.M. Coetzze, Premio Nobel de Literatura en 2003, del que había oído hablar pero nunca llegué a leer nada, hasta ahora. En la biblioteca me encontré con Desgracia (2009) y lo cogí.



Empecemos por Si amaestras una cabra, llevas mucho ganado. Es un libro cortito, fácil de leer y muy divertido, en el que José Luis Cuerda transcribe algunos pensamientos, ideas, frases... El libro está estructurado en doce capítulos o apartados, cada uno con una temática, por citar algunos -El amor, esa hipérbole- del que destacan frases como "Dulce amor de mi vida: mándame más latas de atún". Otro de los apartados -Padre,¿cuánto me das si en tus manos encomiendo mi espíritu- (uno de mis favoritos) con frases como "Yo no creo que sea verdad del todo que las muchedumbres están ávidas de sanidad. Un refresco en verano les apetece más, casi seguro." u otras como "Información general previa: la teología lo explica todo, pasito a pasito -algún salto- y con buena letra. El resto, Wikipedia.".
Podría poner muchas, algunas circulan en numerosas páginas de internet, pero os animo a que leáis el libro, merece la pena.
Cabe destacar que la obra es una creación integra de este grande del cine, las ilustraciones que contiene la misma también están dibujadas por él.


El segundo libro (regalo por mi cumpleaños) es Brújulas que buscan sonrisas perdidas. Como he dicho antes, leí los dos libros anteriores de ficción de Albert Espinosa: Todo lo que podríamos haber sido tu y yo si no fuéramos tu y yo (2010) y Si tu me dices ven lo dejo todo... pero dime ven (2011).

Albert Espinosa tiene un estilo muy propio, que lógicamente se palpa en los tres libros, eso puede hacer que te guste demasiado, no te guste nada o, en mi caso (pero no sé si es por este motivo), esta admiración por los relatos del escritor vaya decayendo. No  sabría decir si su primer libro me gustó más que el segundo.

Junto con este tercero, las historias de cada uno de ellos hacen salir a flote toda cantidades de sentimientos, quizá esta sea la firma de Espinosa en sus libros, a través de relaciones personales de sus personajes, sus enfermedades, la muerte... también el tema de la soledad juega en ellos un papel importante, para derivar todo esto en la búsqueda de la estabilidad, la felicidad en definitiva... Habrá a lectores que le puedan parecer, en ocasiones, pastelosos.

Si bien es cierto que aun siendo un autor que no termina de convencerme del todo, cada vez que saca algo nuevo quiero probarlo, aunque en alguna ocasión lo abandone como es el caso de la serie Pulseras rojas. En definitiva, son libros que le saco provecho, que gusta leerlos pero que hay algo que no termina de convencerme.



Desgracia es la palabra perfecta para titular esta obra de J.M. Coetzee. Aparece en numerosas ocasiones (junto con otros vocablos que evocan a la misma) en el libro para describir la historia del profesor de universidad David Laurie, protagonista de la obra, cuya vida laboral y social cae de golpe a partir de una relación sentimental. La novela no es difícil de leer, pero creo que se me han escapado muchas cosas, ya que el autor hace referencias a otras obras como  Madame Bovary , que no he leído, entre otras obras de distintas artes.

Lo que me sorprendió en un primer momento de Desgracia es la forma de narrar de Coetzee, utilizando el tiempo presente en tercera persona, en vez del tiempo pasado al que, al menos yo, estoy acostumbrado. No recuerdo ninguna otra obra con tiempo en presente que haya leído, quizá tú, que estás al otro lado de la pantalla, me puedas decir alguna otra obra con un tiempo distinto al lírico pasado.

La personalidad del protagonista es de ser una persona terca, obstinada en sus intenciones, incluso fría; un personaje gris, culto, pero casi sin vida social. Es una novela dura...
Sin duda he descubierto a un escritor que me gusta, que puede entrar en la clasificación de mis favoritos, y del que sin duda leeré muy pronto más cosas.


Solo quería comentar someramente tres de los libros que he leído este verano, también con la intención de que, si queréis, recomendéis alguno de los vuestros. Un saludo, querido lector, y feliz año para los que, como yo, empiezan el año en Septiembre.