Alfred Eisenstaedt (1898-1995) es un reconocido
fotógrafo de la actual Polonia. Para quien no le conozca, repasaremos
brevemente su biografía, para después centrarnos en su fotografía más famosa.
En 1935
emigró hacia los Estados Unidos donde, un año después, comenzó a trabajar en la
famosa revista Life, de la cual
formó parte hasta 1972.
A lo largo
de su carrera retrató a un sin fin de celebridades, figuras como Sophia
Loren, Benito Mussolini, Adolf Hitler, Ernest Hemingway, Albert Einstein, y a
mi idolatrada Marilyn Monroe, entre otros muchos, de los que la mayoría de estos
retratos, fueron portadas de la revista citada anteriormente.
Alfred
Eisenstaedt publicó numerosos libros, recibió una cantidad de premios y realizó
diversas exposiciones a lo largo de su carrera como fotógrafo, y en 1945 tomó su fotografía más memorable.
Si a algunos
de vosotros os dicen el nombre de Alfred Eisenstaedt, quizá no sabréis de quién
estamos hablando; pero si os hablan sobre una fotografía que lleva el título de
The kiss, o también reconocida bajo
el nombre de VJ day in Times Square,
seréis algunos más quienes sepáis de qué imagen hablaremos a continuación.
Para los
que aún no sepan por dónde vamos, “para muestra un botón”:
VJ day in Times Square |
La descripción de la fotografía es simple: un soldado de la Marina de EE UU besa a una chica, enfermera de profesión, en Times Square para celebrar el final de la II Guerra Mundial.
En contra de lo que se pensó en un primer momento, por la pasión que muestra el beso de los protagonistas, estos no eran pareja. En palabras de la propia Edith Shain, la protagonista del retrato, "El muchacho me agarró y yo cerré los ojos. Le dejé besarme, porque había estado en la guerra, luchando por todos nosotros, y me sentí feliz de hacerlo. Después me dejó sola y me marché"
Días después apareció la misma foto, pero con distinta angulacíon, en el New York Time, captada por Victor Jorgensen, teniente de la Armada Estadounidense. En esta foto no entra en el encuadre el pie en alto de Edith, símbolo de la foto de nuestro fotoperiodista.
Esto sirvió de escusa a otros, para acusar a Alfred Eisenstaedt de haber trucado la foto, idea que se deshizo cuando la propia protagonista de la imagen corroboró la versión de la fotografía.
Personalmente creo que es una de las mejores imágenes del fotoperiodismo, porque desprende un positivismo, un “algo” que no estamos acostumbrados a ver en las capturas de dicho género fotográfico – periodístico.
Eisenstaedt trabajaba con una 35mm Leica M3. Fue infatigable y ejerció casi hasta su fallecimiento. Uno de los mejores fotoperiodistas, humilde y humano, en el mejor sentido de la palabra.
Como para acordarse de este hombre con el apellido que se gasta!!! xD
ResponderEliminarme encanta la imagen y la historia, me parece genial que le hayas dedicado una sección para aclararla a todos los que lo desconocían.
Un placer leer cosas interesantes que vienen de tu mano :)
Muchas gracias María. Me alegro, en primer lugar de que te guste, y en segundo lugar de que te pases por el blog a echarle un vistazo.
ResponderEliminarUn besito, nos vemos pronto. :)